Con 1,85cm de estatura, procedente de Rosario (Uruguay) y
con una cabeza que ha dado una de las mayores alegrías a esos que visten de
rojiblanco en aquel mayo de 2014, se presenta: Diego Roberto Godín Leal, el
jugador extranjero con más partidos en la historia del Atlético de Madrid.
A su llegada al equipo colchonero dijo que llegaba para dar
“el cien por cien, tanto fuera como dentro del campo”. Y fijaos si ha sido así
que a sus espaldas porta una Supercopa de Europa, una Supercopa de España, una
Europa League, una Copa del Rey y una Liga, que él mismo dio al equipo con ese
gol de cabeza en el Camp Nou.
El 30 de agosto de 2010 debutó ante el Sporting de Gijón con
Quique Sánchez-Flores en el banquillo, pero esa no fue su mejor temporada. Con
Manzano tampoco terminó de arrancar. Pero su situación cambió -como casi todo-
con la llegada de Simeone al banquillo. El técnico argentino depositó toda su
confianza en Godín que veía como la titularidad era suya temporada tras
temporada. Ha llegado a consolidarse como uno de los mejores defensas del
mundo, y las ofertas millonarias por el central charrúa, llegan, se escuchan y
se rechazan.
Pilar fundamental dentro del campo, pero también fuera. Se
ha ganado el respeto, cariño y admiración de todo el club, de su afición y de
sus compañeros. En la 14/15 empezó a formar parte de la capitanía del Atlético
de Madrid y desde entonces no se ha bajado del barco. Ni lo hará. Para su
entrenador, Diego Pablo Simeone, el uruguayo es una pieza fundamental: “nunca
le dejaría marchar. Ha mejorado en todos los aspectos, como futbolista, como
líder, como persona”. “Necesitaríamos clonar a jugadores como Godín o Gabi. Los
corazones de algunos de estos futbolistas transmiten tanta pasión a los
compañeros, que los empujan en momentos de dificultad”.
Ha sido -y es- parte de una de las defensas más sólidas de
Europa. Formó junto a Miranda y sus todavía compañeros Juanfran y Filipe Luis,
el bloque que nadie se atrevía a romper. Ha superado en partidos disputados con
la rojiblanca a jugadores tan importantes como Griffa, Madinabeytia o Filipe
Luis. Pero no ha parado ahí. Cuando nadie pensaba que el título de jugador
extranjero con más partidos le sería arrebatado a Luis Amaranto Perea: llegó
él.
La afición quiere a Godín. Y Godín, haciendo honor a su
segundo apellido, ha mostrado una lealtad y amor a unos colores que, sin
haberse formado desde niño en las filas atléticas, es difícil de superar. El
esfuerzo, la humildad, el trabajo, la fuerza y el sentirse identificado con las
rayas rojiblancas en el Atlético de Madrid se valora por encima de todo. Y tú,
uruguayo, te lo has ganado.